El creacionismo, el Ex nihilo propuesto por Lacan, en el libro “No hay sustancia corporal” de Alfredo Eidelsztein.
Eso piensa,
eso habla en mí. Es una expresión de Lacan que hace referencia a la idea de que
no pensamos, somos pensados, no hablamos, somos hablados. Esto supone un
condicionamiento absoluto del sujeto, que ve en el texto que acaba de escribir,
con extrañeza, ciertas repeticiones y ciertas frases que lo sorprenden y hasta
lo asustan. Hay un punto de decisión, de todas maneras, el punto señalado por
el futuro anterior, “lo que habré sido para lo que estoy llegando a ser”.
Es tan
radical esta postura que hasta el cuerpo propio es una creación del lenguaje,
en un sentido muy preciso que no se conecta con la posibilidad de materializar
sustancias. En el estadio del espejo, Lacan muestra cómo se produce el “yo soy
otro”, a partir del espejo constituido por el gran Otro. Ya que en el Otro hay
significantes, si me reflejo allí lo que adviene es un cuerpo cortado y
confeccionado por el significante. Ejemplo: Alguien dice, soy negro, gordo y
pobre, y por eso no me quieren. Quién no lo quiere, quién lo ve negro, gordo y
pobre; el Otro.
Lo real es
definido como, lo imposible lógico matemático, cada vez que aparece lo real el
universo simbólico se estremece, para luego intentar adjudicarle un nombre a
ese real, para poder manipularlo, asirlo.
La idea de
que no hay sustancia corporal, justamente tiene que ver con que lo que prima es
el mecanismo significante sobre los cuerpos de la tercera dimensión, lo
tangible, lo observable, lo sufrible. Un
tumor cancerígeno se trata al modo en que lo establece la medicina; pero hay
tumor y determinado tratamiento porque hay significantes que crean, a partir de
la nada; tumor, cuerpo y medicina.
Cómo opera
este ex nihilo, que resulta ser confuso y ofende mucho a los realistas. Opera
del siguiente modo: No hay nada que pueda ser manipulado, transformado,
corregido, antes del lenguaje. Tampoco podemos rastrear lo real a un tiempo
mítico en el cual nuestros ancestros no hablaban. Nosotros partimos de la idea
de que el lenguaje nos precede, que las lenguas existen desde siempre. Este es
un axioma de la teoría necesario para dar cuenta del sujeto hablante. Puede
aceptarse este axioma o se lo puede abandonar, pero al hacerlo estaremos
abandonando la teoría. Esta propuesta, sin embargo, permite dar cuenta de
muchos fenómenos del sujeto, que otras teorías no aciertan a dar.
Fenómenos
como la imposibilidad de la responsabilidad subjetiva, en cuanto al sujeto del
psicoanálisis, no al sujeto del derecho, la inmixión de otredad que muestra de
qué forma el sujeto es efecto del Otro. Los descubrimientos científicos simultáneos,
que nos permite pensar que algo se estaba por decir en la época y se dice de
repente en varios lugares a la vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario