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sábado, 29 de septiembre de 2018

La constitución del sujeto tal cual la teoriza Lacan como premisa para una organización popular

                       Hace muchos años, cuando era un joven estudiante de ingeniería, comencé a pensar que los individuos de nuestra sociedad deberían asistir masivamente a consultorios psicológicos si pretendíamos una comunidad ordenada. Mi conocimiento de la psicología entonces se reducía a mi propia experiencia en terapia y a algunos libros, entre ellos uno de autoayuda que fue el que me dio ánimo para asistir a un terapeuta. Claro, el orden cuasi militar que importaba una currícula ingenieril de aquel tiempo sostenía mi desconocido universo psicótico (aún se mantenían en pie algunas estructuras que evitaban que desbandara el universo significante que me sostenía), por ello la idea de orden social. Pasaron más de quince años y esa idea de la psicología masiva retornó con otros nombres y con otros modos.
                Cómo intervenir en el campo político a partir de estas ideas: Fundando una nueva concepción de sujeto. Ésta es la concepción de sujeto lacaniano. Porque en general el accionar en el campo político supone una idea de sujeto, pero esa idea es la del sujeto absoluto hegeliano. Y Lacan vía Freud produce una teoría del sujeto que da cuenta de una serie de hechos que el sujeto/el hombre autoconsciente de Hegel no puede explicar, ni le interesa. No tiene interés porque el marco de referencia epistemológico de Hegel fue la revolución francesa, y ésta tenía a la diosa razón por reguladora de lo social. Bueno, a la luz de Lacan se verá que esa razón es un efecto del inconsciente y que de ninguna manera ilumina la voluntad del individuo. Es decir no hay autonomía de la voluntad, no hay autoconsciencia.
                Lo que sí hay es un aparato denominado inconsciente (en adelante icc.) que podría describirse como una colección discreta de significantes ordenados por las vicisitudes del tránsito por el Edipo y el estadio del espejo. Ese orden signará una determinada forma de demanda del sujeto, éste quedará preso de ese orden y todo lo que en su vida afirme, niegue, crea o descrea estará determinado, entre otras cosas, por ese orden significante. Al decir de Isidoro Vegh, el yo (instancia psicológica) cree que decide y no, el amor es ciego y un buen matrimonio es una lotería. Esto significa una nueva herida narcisista al hombre; primero fue Copérnico que nos quitó del centro del universo, luego fue Darwin señalando nuestra pertenencia al comité de la vida genérica, quitándonos esa idea de ser la creación de un Dios que nos distinguía entre las demás especies, y por último Freud y Lacan expropiándonos la voluntad, determinados por un dispositivo que no comandamos (el icc.).
                Es muy importante instruir a las bases militantes tanto como a nuestra dirigencia política y partidaria en esta nueva o relativamente nueva concepción de sujeto para que se haga en política algo mejor de lo que venimos haciendo. Y no me refiero, claramente, al orden social que imaginaba en mi juventud (ingeniería social podría llamarse lo que mi psique pensaba entonces) sino al fortalecimiento del lazo social que sostiene una comunidad cualquiera. En ese lazo es posible relatar la vida, las vivencias del sujeto; fuera de él la psicosis, el abismo.
                Reitero una sugerencia de lectura que ya hice en otro escrito: “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud”, Escritos, Jacques Lacan, Siglo XXI editores, pag. 473. En ella encontrarán la inversión del sujeto Hegeliano por parte de Lacan poniendo de relieve lo que él llamó el plano simbólico, que es lo que nos interesa para esta concepción de sujeto acorde con una política posible, algo que no sea esta marcha hacia la extinción de la especie que parece irremediable. 

viernes, 28 de septiembre de 2018

Cuándo es posible elegir

              Existe una tendencia general a evaluar la elección presidencial de 2015 como aquella instancia en donde la gente eligió mal, en contra de sus intereses, por odio a la figura de Cristina, odio que fue el eco en los medios de ciertos aspectos miserables de los ciudadanos. Coincido con esto aunque podríamos ampliarlo. También hay otra cuestión.
                La hipótesis es que no se escogió un candidato que la gente identificara con el modelo contrahegemónico que salía del gobierno. Además existe otra circunstancia que explica esta hipótesis, y es que el modelo político económico que se inició en 2003 nunca fue votado por la gente, apenas un 22% de los votos llevó a Néstor Kirchner a la presidencia. Mi análisis es que un modelo distributivo, en las condiciones actuales de desarrollo del capital, nunca será votado masivamente. Ya que el enemigo es muy poderoso, por un lado cuenta con la tendencia al hiperconsumo del ciudadano vía la oferta promiscua de mercancías, por otro lado los propietarios de los medios de producción que hoy son básicamente los propietarios de la banca y del circuito financiero, inmediatamente disponen de dispositivos que con mucha efectividad ligan xenofobia y mercado para inculcar en las cabecitas distraídas que lo extraño (la política) hará que no puedan inscribirse como sujetos del consumo y por lo tanto estará en juego esa palabrita siempre próspera que se escribe así: felicidad.
                Estarán diciendo que me olvido de las dos candidaturas exitosas de Cristina Fernández y del 54% de los votos obtenidos por ella. Yo me apuraré a decir que los tiempos de la estrategia son más largos, a veces, que los tiempos de las personas. El establishment se vio sorprendido en 2003 por la emergencia de Néstor Kirchner, no se imaginaron jamás que dejaría de ser la marioneta de Duhalde y que pronto se ajustaría al ritmo que marcaba el pueblo masivamente; juicios a los crímenes de lesa humanidad, inversión en infraestructura como escuelas, casas, aumento salarial, descongelamiento de las paritarias, etc. Esta sorpresa y el hecho de no tener la bola de cristal de la adivina, hizo que el enemigo del pueblo, esos señores glotones, tuvieran que comenzar a desarrollar una estrategia para vencer la ola redistributiva que propuso Néstor y después Cristina desde la presidencia.    
                En eso estaban los poderes económicos mientras sucedía el éxito en lo político del matrimonio Kirchner. Aquí una aclaración que es muy necesaria, se trataba del éxito del matrimonio presidencial porque en realidad muy pocos integrantes del FPV se parecían a sus principales dirigentes. Prueba de ello fue la imposibilidad señalada para encontrar fuera del matrimonio a quiénes los sucediesen en el gobierno. Tardaron mucho tiempo en instalar un sistema de medios que comenzara a socavar la figura de Cristina y entonces el encono se iría acumulando.
                Tal como se presenta el panorama uno podría decir que la irrupción del modelo populista en la Argentina es una anomalía en el sistema. Hace décadas que los gobernantes representan a las corporaciones en el gobierno nacional, y esto produce una patria devaluada fértil para los negocios corporativos.
                Son varias las razones por las cuales se perdió la elección en 2015, pero creo que lo más indignante es que, sean cuales fueren las causas de la derrota, ganó Macri; un hombre con una erudición paupérrima, representante del sentido común homicida de los milicos del 76, liviano en sus discursos como una sábana tendida al viento. Es el que le lleva los cuadernos al pibe popular de las películas de adolescentes yanquis, fungiendo de popular. Una vergüenza para cualquiera que conozca la historia mundial de líderes políticos.



lunes, 24 de septiembre de 2018

El tamaño de la injusticia


                Desde 2001 hasta 2003 se produjo una movilización masiva de los desposeídos que llevó al gobierno a una facción del partido justicialista y aliados; el presidente electo por el veinte y pico por ciento de los votos supo estar a la altura de los acontecimientos, a tal punto que hizo como gobernante nacional lo que quizá no hizo nunca como gobernador o intendente en el sur; olvidarse del patrimonio personal y entregarse por entero a conducir a la nación hacia una economía que incluyese a todos, reinventando la dignidad de los empobrecidos; planes sociales mediante, incentivo a las cooperativas, etc.
                Para el 2005 ya era tan grande la sensación de que aquí en Argentina, como en los países vecinos, se estaba produciendo un hecho del tamaño de una contestación al poder financiero, que comenzaron a militar en las filas de los movimientos afines al frente para la victoria los pibes hijos de aquella endeble clase media que subsistió a la arremetida neoliberal de los 90. Los centros de estudiantes secundarios y universitarios hablaban el mismo idioma que el presidente, había una promesa y su cumplimiento. El 25 de mayo de 2005 daba un pequeño recital Silvio Rodriguez en plaza de mayo, no dijo una palabra, tal era su asombro y supongo, su desconfianza.
                Los años pasaron y esa sensación no cambió porque los gobernantes siguieron estando a la altura de los tiempos que vivía el pueblo. Por supuesto el enemigo es tan avieso y poderoso que no se quedó en las sombras. Mientras en las escuelas se les enseñaba a los pibes a ver tele, sí a ver tele, porque en la materia comunicaciones se les enseñaba qué era un anuncio publicitario cual era la calidad de ciertos contenidos insertando ejemplos cotidianos en el contexto social, mientras esto sucedía los enemigos de la comunidad compraban medios, preparaban periodistas cipayos, los salieris de Neustad, y ponían en la gobernación de la C.A.B.A. al hijo de Macri, el que no había sabido hacer más que eso y que en el futuro estaría destinado a ser electo presidente conservando el papel de títere que tan bien supo ejercer.
                Los pibes militando y de su mano los expulsados de los noventa, los poetas, los lectores de los poetas, los enamorados de la comunidad volvieron a las fiestas patrias, a celebrar su pertenencia nacional como es justo; que su vida depende de ello. Abro una lista de algunos de los logros políticos del FPV en argentina:
Garantizó empleos: La creación de empleos para reducir la desigualdad social, a raíz de la pobreza fue una de las premisas del proceso iniciado por Néstor, que asumió el Gobierno de Argentina con una tasa de desempleo de 17,3 por ciento en 2003, para reducirla a 7,9 una vez culminó su periodo presidencial.
En 2014 con Fernández, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el desempleo se situó en 6,9 por ciento.
Reducción de pobreza: La pobreza en Argentina alcanzó uno de los niveles más críticos durante la gestión de Menem, quien finalizó su mandato con un 54 por ciento en este ámbito. Para finales de 2004, ya con Néstor Kirchner frente a Argentina, el índice de pobreza se ubicó en 40,28 por ciento.
Dicho indicador se ubicó según el Indec, durante el actual Gobierno de Cristina, en 4,7 por ciento para 2013.
Inflación: En su primer año presidencial, el líder del FPV logró reducir a poco más de la mitad la inflación, de 13,4 logró ubicarla en 6,1 por ciento.
Crecimiento económico: De acuerdo a cifras divulgadas por el Banco Mundial (BM), entre 2003 y 2009, el 45 por ciento de la población alcanzó la clase media, pasando de 9,3 millones a los 18,6 millones.
El Producto Interno Bruto (PIB) que para 2003 estaba en -10,8 por ciento, alcanzó a ubicarse en 2010 en 8,4 por ciento. Luego en 2013, luego de una caída en la economía el año anterior, se consiguió un repunte que ubicó este índice en 2,9 por ciento.
Nacionalización: Néstor Kirchner reactivó la política de Perón en cuanto a nacionalizar empresas, como las correspondientes a Aeropuertos Argentinos, el servicio de Correos, Aguas Argentinas y servicios públicos, privatizados durante la presidencia de Menem.
Fernández en 2012 impulsó la ley de la soberanía hidrocarburífera de la República Argentina, con la que se logró la nacionalización del 51 por ciento accionario de los Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
Ataque al default: La deuda de Argentina alcanzó uno de los escenarios más críticos en su historia, ubicándose en 138 por ciento que durante los diez años del kirchnerismo, logró reducirse a 40 por ciento del PIB.
Néstor Kirchner se caracterizó por negociar dos de las más grandes deudas argentinas, restructurando una de ellas en 93 por ciento de su total y, una quita de más del 60 por ciento del capital.
Además de esto, Kirchner vivió el aumento de las reservas internacionales de $10 mil 476 millones (2002) a $52 mil 200 millones (2010).
Fondos Buitre fue una asignatura pendiente para Néstor, sin embargo, el Gobierno de Cristina le hizo frente a la postura de sus demandantes al apelar la misma ante la Corte Suprema de EE.UU., que dictaminó que el juez neoyorquino Thomas Griesa no tenía derecho de embargar los activos del Banco Central de Argentina.
Justicia social: Los Kirchner han impulsado y mantenido diferentes programas sociales en Argentina desde hace trece años, entre ellos: Asignación Universal por Hijo, Ingreso Social con Trabajo, Ellas Hacen, Plan Más y Mejor Trabajo, Prestación por Desempleo, El Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios  (Fines), Argentina Trabaja y Emprendedores de nuestra tierra.
Educación como prioridad: Después de Juan D. Perón, Néstor Kirchner se convirtió en el segundo gobernante de Argentina en construir mayor número de escuelas, totalizando mil durante su gestión.
La matricula escolar se elevó a 17 por ciento en 2010, asimismo, la tasa de escolaridad en el nivel primario es del 99 por ciento y del 82,2 por ciento en el nivel secundario.
Cristina Fernández siguió la política de su esposo, cuando en 2012 aprobó un aumento de mil por ciento comparado con 2001 para los docentes.
Viviendas: De acuerdo a un balance presentado por la presidenta, Cristina Fernández, desde 2004 hasta septiembre de 2015, se han entregado 914 mil 415 viviendas, las cuales han beneficiado a más cuatro millones 414 mil personas en toda Argentina.
Defensa de los DD.HH.: Raúl Ricardo Alfonsín fue uno de los Jefes de Estado en Argentina con mayor aceptación en ese país, gracias a que impulsó la defensa de derechos humanos, con el popular Juicio a las Juntas en el 85, que buscaba enjuiciar a los responsables de la Reorganización Nacional (1976-1983), a quienes se les acusó de cometer crímenes de lesa humanidad.
Carlos Menem ordenó durante su mandato una serie de indultos para los involucrados en la dictadura militar en Argentina, no obstante, una de las primeras medidas tomadas por Néstor Kirchner, fue anular dichos indultos a través del Congreso de la Nación, declarando que era inconstitucional conceder perdón a dichos crímenes.
Cristina Fernández le ha dado continuidad a la lucha emprendida por Néstor, especialmente a la búsqueda de familiares de las Abuelas de la Plaza de Mayo, movimiento que surgió para exigir justicia por los crímenes de la dictadura militar.
Cercanía con Latinoamérica: La política exterior que ha mantenido Argentina ha sido cambiante en los últimos 35 años. Episodios que generaron conflictos como el caso de Las Malvinas con la dictadura militar, hasta regirse por órdenes extranjeras, como el caso de Menem quien siguió las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A su llegada a la presidencia, Néstor Kirchner, se enfocó en promover las relaciones con las naciones de su región, especialmente con Venezuela y Brasil por un lado, por otro un distanciamiento con el Gobierno de EE.UU., debido a su posición con los Tratados de Libre Comercio.
Creó la Unión Suramericana del Sur (Unasur) e impulsó la defensa del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Durante la gestión de Fernández, la política de estrechar lazos en Latinoamérica se mantiene en pie, sumando a Bolivia y Ecuador, en este último país la mandataria encabezó la inauguración de la sede de Unasur, donde destacó el carácter socialista de sus integrantes.

Consideré necesario hacer este repaso ya que esa sensación de la que hablaba se funda en tales hechos políticos. El argentino pudo intuir que había un gobierno que lo representaba, que principalmente representaba su deseo de hacerle frente a una macroeconomía global que lo asfixia y lo disuelve como si fuera nadie.
En diciembre de 2015 se produjo la obscuridad, llegaron nuevamente los cargados nubarrones de la globalización neoliberal, ellos le llaman “volver al mundo”. Rápidamente desmantelaron el aparato productivo basado en el consumo interno y para ello tuvieron que abolir la incipiente contracultura que había logrado erigir el gobierno de Nestor Kirchner y Cristina Fernandez de Kirchner, eliminando por decreto la ley de radiodifusión;  comenzó una bestial transferencia de recursos de aquella abundante clase media a los sectores concentrados de la economía (para ser claros, expulsando a los más hacia la pobreza y la indigencia en favor de los ya poderosos, esos glotones de la economía), los grandes exportadores de granos, la minería, las empresas monopólicas y oligopólicas como es el caso de petroleras y eléctricas. Rápidamente liberaron ese fantasma sádico que habita en las fuerzas represivas y la razón fueron los palos y las balas para que la gente comprenda que había vivido una fantasía y que ahora que volvemos al mundo su lugar es la marginalidad cercana a la muerte y la agonía.
Aquí viene el título de esta nota; esos militantes jóvenes y sus enamorados poetas creyeron en un para siempre de su fe concretada en hechos, y hoy, a pocos años de aquella dicha miran con miedo y hasta con dudas sus actos ciudadanos y el de aquellos gobernantes que lograron hacer del país una comunidad, un conjunto de otros que pueden reconocerse como iguales. El tamaño de la injusticia es la fe quebrantada, las dudas y las certezas a contramano que reflotan en el cuerpo social; tener que pensar nuevamente que contra el poder financiero nadie puede nada, apenas doce años, no más.
Desearía abrazar como una madre a esa enorme multitud de hombres y mujeres (perdonen mi lenguaje no inclusivo, pero a pesar de que estoy a favor de la inclusión me resisto a escribir así) que han quedado desahuciados moral y económicamente. Desearía no tener esta pena.


https://www.facebook.com/jorge.costela



viernes, 21 de septiembre de 2018

Para una rosca posible



                En el universo político se denomina rosca al diálogo que persigue, principalmente, el objetivo de medir la fuerza que el discurso de las distintas facciones ostenta. Allí se aúnan voluntades o se demarcan ciertos límites en los que queda claro (al menos momentáneamente) quiénes acompañan a quienes y quienes no acompañan; la ideología, la orgánica partidaria y la coyuntura social dictan estas fronteras.
                Hay una pauta filosófica que rige hasta hoy esas roscas y es la idea de sujeto tal cual lo concibió la modernidad; un individuo autoconsciente, dueño de sí mismo y por lo tanto de su propia voluntad, guiado por una razón que si no es divina como en Descartes, al menos es ilustrada y no tiene fisuras salvo que voluntariamente se la falsee como estrategia ante el adversario.
                Hoy se propone, a la luz de la teoría del significante en Lacan, algo distinto. Algo distinto en relación a qué es un sujeto. En ese sentido hacer política sin saber cómo está constituido un sujeto es inútil. Numerosos ejemplos pueden indicarnos cómo es que la anterior concepción de sujeto debe reformarse: el fracaso de ciertos discursos políticos que no pueden evitar que los ciudadanos elijan ser gobernados por sus opresores, la imposibilidad de un régimen democrático y propiciador de nuevos derechos para profundizar ese proyecto, el cambio que se produce al interior de los mismos en las demandas de los ciudadanos que hace que implosione dicho proyecto, la dificultad para hacerle frente a la técnica (deudora de aquella idea moderna de sujeto) que no es un discurso político en sí sino el brazo propulsor del discurso capitalista que ha ganado la escena y se muestra en el sentido común, en el reino de lo obvio y aunque vulnere derechos que ella misma ha posibilitado (el caso de los medicamentos me parece paradigmático) avanza sin parar mientes en el sufrimiento que provoca, las muertes, los llamados crímenes de lesa humanidad. Pero es que el humanismo está implicado en tales crímenes pues se sostiene en una construcción teórica del sujeto errónea.
                La propuesta viene de la mano de Ernesto Laclau y Jorge Alemán, uno filósofo dedicado a la política, el otro psicoanalista que articula política y psicoanálisis lacaniano. No voy a hablar de cada uno de ellos hoy sino de lo que puede importar de sus propuestas teóricas para una rosca posible, es decir, para un diálogo político emancipador.
                La división subjetiva es un buen comienzo para imaginar aquella intervención en la política, porque tal división se opone a la descripción heggeliana que concibe al sujeto como autónomo y en dominio absoluto de su propia voluntad. En psicoanálisis se escribe $ (sujeto barrado) barrado por la tachadura de la ley, barrado por la intermediación del significante; cuando habla es hablado, ello habla[i]. Lo que habla cuando el sujeto habla es un más allá del sujeto que lo constituye y lo determina llamado por Freud y Lacan inconsciente. Inconsciente es una invención teórica que puede explicarnos con más precisión cómo está constituido un sujeto.
                Inconsciente es un arreglo (del álgebra matricial) de significantes (colección de partículas del lenguaje que no tienen significación alguna), que se ordenan conforme a la ley (a la cultura podríamos decir) por vía de una demanda. De tal manera que la hermenéutica, por ejemplo, deja de tener sentido. Ya que todo sentido se sostiene en una demanda y no comporta orden alguno fuera de la ley que lo produjo. Esto es importante a la hora del diálogo político porque implica en una posición de analista[ii] al político para  que se produzcan los significantes amo que ordenan a los ciudadanos, a cada grupo, a cada uno.
                Lo que habitualmente se hace en una rosca es hermenéutica, exégesis del otro para analizar el sentido de lo que profiere. El resultado es el fracaso que enunciamos párrafos atrás. Dejo aquí este artículo y les propongo algunas lecturas para pensar si es posible otro enfoque al tema.



- Para una izquierda lacaniana... Intervenciones y textos - Jorge Alemán, Grama Ediciones
-La razón populista, Ernesto Laclau, Fondo de cultura económica
-La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud, Escritos, Jacques Lacan, Siglo XXI editores, pag. 473


[i] Ello es uno de los elementos de la segunda tópica freudiana que es totalmente inconsciente
[ii] Analista es el que se ofrece en análisis para que el analizante haga el trabajo analítico, cuando vas a una sesión de análisis, a una consulta, estás en posición de analizante.

lunes, 17 de septiembre de 2018

La muerte, las lágrimas y la política

                 Cuando muere un político hay llanto colectivo, ese llanto dice algo y tanto dice que algunos se apuran a negarlo;  editoriales o algún badulaque que ganó un mango en la quiniela y cree que el mundo depende de él. Es que no muere cualquier persona, muere esa persona en quienes los demás, los de a pie, depositaron su fe, alguien que se hizo cargo de lo común mientras vos y yo podíamos dedicar nuestra vida a procurarnos el mango con la sensación de que la ley nos protege, que mi salario será depositado el mes próximo, que iré al almacén y podré comprar lo que necesite para la mesa de cada día. No muere cualquiera.
                Decir esto en el momento en el que el discurso del amo está cuestionado por ese amo de naturaleza superior que es la técnica es como entregar el cuello al verdugo. Pero sin embargo insisto porque me parece importante, me parece justo en este momento luctuoso, volver a señalar ese punto que se nos escapa cada vez más rápido, a saber, que no hay una vida posible sin una comunidad que la provea. Y una comunidad es ese tejido invisible de fantasías, pensamientos y pulsiones que se estructuran alrededor de una ley llamado lazo social.
                La dialéctica Hegeliana del amo y el esclavo puede ser descrita (al menos la parte que me interesa) de la siguiente manera; el amo somete al esclavo hasta el límite en que su vida corre peligro, pero no lo mata porque necesita un testigo para ser amo, en este punto el esclavo se vuelve amo. El problema es que hoy impera un amo, la técnica, que no es en sí mismo un sujeto, y avanza sobre el esclavo definitivamente, porque no le importa tener un testigo de su poder como amo. No sabe, no puede saber, es un mecanismo metálico y frío, no es consciente porque no es inconsciente, no hay sujeto allí.               
           No valen más para los de a pie las críticas irreverente a las maniobras en vida del homenajeado, valen menos, porque se acaba de morir un político, ese que representó en vida la posibilidad de volver previsible lo imposible, el que representó la política.
                Es por ello que la congoja que se muestra en las caras de los que despidieron a De la Sota en Córdoba me da consuelo y esperanza, estamos lamentando la muerte de alguien que le hizo frente a esta imposición desalmada del amo sin sujeto.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Los economistas que niegan la política


               Se puede hablar de corrupción, hay que denunciar a los corruptos, pero negar a la política metodológicamente para que no haya corrupción es, al menos, demencial. Algunos profesionales del rubro económico se pasean por la tv argentina profiriendo insultos sobre los políticos, adscribiéndole al sustantivo político el sinónimo corrupto. Es una manera de negar su propio racionalismo impotente; ya que sus teorías llevadas a la práctica matan gente, provocan sufrimiento, destruyen los pilares del estado nacional, ofreciendo como alternativa el sometimiento de Argentina a los designios de las corporaciones multinacionales.
                Estar en el lodo es algo que estos señores no han hecho nunca, se les nota en el asco que les produce cualquier referencia a diálogos, ya sea en uniones vecinales o en el congreso. Son discapacitados de la convivencia; utilizando el humor que generan algunas afirmaciones de la neurociencia es como si les faltara el cachito de materia gris que les permite dialogar. No han visto nunca otro modo de lo social que las clases magistrales que imparten, las exposiciones en congresos, o esa escena ridícula al reclamar caprichosamente la punta de la mesa  así sea dueño de casa o invitado.
                Hay que comprender que existe un abismo entre el universo teórico y la praxis, ese abismo lo ocupa la política, si no está ahí para ocupar ese hueco todo intento teórico no transformará un ápice la realidad, no será capaz de dar el salto porque ese abismo es infranqueable. No podemos aquietar nuestros demonios recurriendo al facilismo de quitar lo que estorba, no podemos reputar a los políticos de corruptos sin juzgarlos debidamente como manda la ley. Porque ante la ley se dictaminará la culpabilidad de unos y la inocencia de otros.
                Aquietar los demonios señalando en el otro su procedencia es el modo de obrar de ciertos intelectuales que tributan a la silogística una fe inquebrantable. Es la apoteosis de la modernidad, el sueño de Leibniz y Descartes, el cálculo aplicado a la filosofía. Y no escapan a esta trampa mortífera ni las izquierdas ni las derechas ni los centros. Es la consecuencia de una concepción del sujeto que  ya dio lo peor de sí en el siglo pasado y sigue imperando en nuestros días. El sujeto autónomo guiado por la luz de la razón sostenido en algún fantasma metafísico y trascendente.
                Políticos y economistas necesitamos, por supuesto, más que nunca en estos días. Que no se nos haga costumbre desoír las voces que emergen de un pueblo que aún reconoce sus fronteras porque si no vamos a estar a la deriva sin comprender por qué se desintegra el país, hay que escuchar y quienes asumen la conducción política deberán nutrirse de las voces como de aquellos que las interpretan para generar una síntesis que le permita tomar una decisión política por la cual serán juzgados, pero sin la cual las fronteras (y con ellas el vínculo posible entre los sujetos) desaparecerán para ser invadidos, ultrajados y vendidos al mejor postor, nuevamente.    


jueves, 13 de septiembre de 2018

Ministerios, un ahorro canalla




                Desmantelar los cimientos de una comunidad por una idea, una idea que puede tener cualquier obsesivo promedio, una no muy original idea. En el para-todo se exacerba la relación verdad-validez, relación que en lógica formal está muy clara, no hay relación necesaria y la validez de un razonamiento es un simple método que ordena el panorama, ahí aparece la política. La política es vérselas con lo que acontece, por eso no se puede ser un foráneo al ocupar un cargo que implique lo político; outsaider  le dicen los yanquis. Cuando Salomón construyó el templo de Jerusalén estaba sumido en un terrible sueño psicótico; no necesitaba el arca tal opulencia pues el pueblo Judío era austero y desde hace largo tiempo su creencia (su cultura) estaba bien protegida por el lazo justo que los unía. Justo quiere decir; no tenso por esa potencia distorsiva de los universales lógicos.
                El ahorro que pretende el gobierno nacional es sencillo de explicar (aunque economistas citen una parva de bibliografía, psicosis editada), transferencia de recursos desde los trabajadores hacia la patronal, por qué, porque la idea que subyace es que las empresas “valorizadas” son las que generarán trabajo para toda la población. Y no sólo esto sino que además tal idea está condensada en fórmulas matemáticas configurando un autómata que no necesita, porque además es un obstáculo, de la política; no la necesita porque como autómata funciona sin que intervenga ningún comando.  Siguen apareciendo los caracteres obsesivos. El obsesivo quiere lo que quiere y lo quiere ya, por eso no soporta la política que es lo mismo que no soportar la comunidad, las condiciones que importa el lazo con los otros.   
                Hay que ser conservador de la sociedad que vamos construyendo, un conservadurismo progresista hay que practicar, y eso sólo lo lleva adelante el que estuvo implicado en la política reuniéndose con pares e impares para discutir qué sociedad tenemos, qué sociedad queremos, no hay regresión lineal posible en esto, se debe habitar el lodo. El barro es esa mezcla heterogénea que sólo se vuelve homogénea en la síntesis precisa que logran los políticos (haciendo política) con su habilidad de reconocer que validez y verdad no están necesariamente relacionadas. Sostiene a esa síntesis la historia de la comunidad, su antropología, sus costumbres, sus mitos y creencias.
                Cuando Albert Einstein redactó en 1905 la teoría de la relatividad no pudo imponer su propuesta como verdad porque a él le resultaba verdadera;  la comunidad científica, implicada en la política (aunque les resulte ominoso a los defensores de las llamadas ciencias puras), tiene sus modos de incorporar al canon las nuevas propuestas, así que encontrarán ustedes, si rastrean el caso, cómo es que Einstein se vio obligado también a habitar el fango, son conocidos los padecimientos gastrointestinales severos que sufrió durante toda su vida, y es que no se puede estar en la política sin perder algo propio.
                Sufren personas, se nos mueren, nos las matan; porque hay un grupo de irresponsables pretendiendo no hacer política. El país pierde soberanía y con ello quiero decir que disuelve su lazo social; porque además de este grupo que ganó las elecciones ahora nos gobiernan, en una reedición del colonialismo, intereses foráneos, personas que ven a nuestro país como un número en una tabla que remite a otros números para la ganancia o pérdida de capital. No podemos ser sólo un número en la cabeza de alguien porque se resquebraja y destruye nuestra comunidad. Vamos a hacer política muchachos.

                  Vaya la siguiente película como ilustración:

Elysium

martes, 11 de septiembre de 2018

Respecto del significante corrupción

Texto aludido: El significante corrupción

 “Es muy sencillo, dentro de cierta perspectiva, hacer el trabajo de denunciador profesional de lo corrupto; es sencillo porque en realidad el trabajo no es ese, en realidad el trabajo que se hace como denunciador profesional de lo corrupto es el de seguir postergando eso que inevitablemente retornará, a saber, que más tarde o más temprano tendremos que defender con la vida aquellos privilegios que hoy creemos, de hecho, propios. “

Digo que lo que se hace es postergar porque con el pretexto de la profesión (en este caso la de periodista) se hace un rodeo respecto de la responsabilidad que entraña el orden, un cierto orden, a la hora de hacer política desde el gobierno pensando en la estabilidad de la comunidad en su conjunto. Bien podrían, en todo caso, los periodistas, practicar su profesión y a la hora de ser consultados por cómo se organiza estatalmente una sociedad, hacer silencio. No es el caso del periodismo todo que desde los más críticos hasta los más afines, editorializan, cual plataforma electoral, todas sus intervenciones.   

“¿pero los pibes, que como dice Alemán, se encuentran a solas con la pulsión de muerte, en las villas miserias tanto como en el living de las casas más acomodadas? ¿El sufrimiento infinito de los desposeídos de su lengua materna vía el colonialismo y el neocolonialismo? Estar a solas con la pulsión de muerte es no tener un nicho lingüístico propio, una raíz verbal desde donde enunciar lo insondable de la condición humana, la propia singularidad del sujeto. Es alguien que no puede decir me duele cuando le duele.”

 No puede decir me duele cuando le duele, es una reducción aguda de lo que significa transitar los márgenes del lenguaje. El lenguaje es lo que nos diferencia del mundo natural, por el lenguaje accedemos a esa dimensión metafísica que aunque sea una ficción sostiene nuestra vida inevitablemente vincular. El neoliberalismo propone una vuelta a lo natural, una animalización de los sujetos porque a los caballos se los doma para someterlos al arado, los sujetos tarde o temprano se sindicalizan y luchan. Podríamos conformarnos con la explicación hegeliana de la dialéctica del amo y el esclavo, en donde se produce siempre el cambio de roles, el esclavo pasa a ser amo y viceversa, pero esto ya no funciona bajo el imperio de las nuevas formas que va tomando el entramado de corporaciones multinacionales vía la técnica, la tecnología, conectando todos los lugares y pretendiendo extraer plusvalía hasta en el último rinconcito del planeta incluido por supuesto los sujetos.

La consecuencia de ser explotados por algoritmos y ya no por sujetos es la existencia de seres humanos que no se conectan con la palabra, y la pulsión, entonces, no tiene cauce, estallan los cuerpos. Esto implica sufrimiento y desvanecimiento del lazo social, por eso suele decirse que es más fácil pensar el fin del mundo que el fin del capitalismo, tal como puede verse en las películas apocalípticas que en las últimas décadas han copado las producciones hollywoodenses.  
  

“Batalla campal mediante o no, ser un denunciador de lo corrupto hoy es trabajar para aquellos que nos extirpan el lenguaje, es ser cómplice del mecanismo autómata de algoritmos que sin freno succionan lo extraíble del sujeto al modo en que lo mostraba la famosa película Matrix. Le pido disculpas a Alconada Mon y a sus lectores, pero me sirvió para aclarar algunas ideas y saber, una vez más, que no estoy de ese lado del mapa.”

                Cito esta parte del escrito anterior porque creo que expresé de manera parcial, a modo de conclusión, lo que venía diciendo; remitiría al primer párrafo de éste artículo para explicar que no se trata de una crítica hacia el que denuncia lo corrupto sino de que ese trabajo ponga en peligro, por la relevancia indebida y el sesgo que comporta (como sesgada es la mirada del que no sabe hacer política, que se hace en medio del lodo), a un gobierno que proyecta un país como a una comunidad principalmente hacia la estabilidad, luego el crecimiento. Porque sin un mínimo de estabilidad ningún proyecto comunitario es posible.

Texto aludido: El significante corrupción

domingo, 9 de septiembre de 2018

El significante corrupción

         En mi época de estudiante de ingeniería oí decir que la corrupción era el aceite de la maquinaria. Desde la escuela técnica hasta la facultad la mayoría de mis profesores tenían algún tipo de relación con el vínculo empresas privadas estado (algunos eran proveedores del estado, otros empleados de empresas importantes, otros funcionarios gubernamentales), así que tomo aquellas palabras como las del ojo de buen cubero, de artesanos en la materia.
Escuchando declaraciones de un periodista reputado como probo, Hugo Alconada Mon, asisto a una nueva acepción de la palabra corrupción; se propone este periodista la tolerancia cero respecto del que delinque. No se sabe muy bien por qué su propuesta, yo alcanzo a entender que como investigador ese es su trabajo; pero también Eichmann esgrimió este fundamento: cumplía con mi trabajo.
Así que en un contexto social en donde lo corrupto es el ancla por la cual se persigue la proscripción de un proyecto político que tiene una raigambre histórica que reivindica una sociedad más igualitaria en función del bienestar soberano, denunciar la corrupción al límite de la tolerancia cero es pertenecer necesariamente a uno de los bandos, el bando de los especuladores que hacen plata de la plata, el bando de los dueños de la pampa húmeda (no de sus arrendatarios), el bando de los que, si se distribuye el ingreso, pierden plata. Esto significa Eichmann haciendo su trabajo.
Algo que viene a mí; la idea de lo fácil que nos han resultado las cosas a nosotros, tan fáciles nos han resultado que vemos en los grandes políticos de la nación, San Martín, Belgrano, Moreno, incluso Rivadavia y Mitre, pasando por Roca y Rosas, algo así como una prehistoria que no puede retornar por definición. Pensamos que eso de salir al campo de batalla y defender con la vida una idea es algo demodé, como si la moda tuviese una autonomía propia, como si no hiciese falta defender con la vida las ideas que nos hermanan con nuestros queridos otros como condición necesaria para que la estética, la filosofía, la política, nuestras vacaciones, lo consumible pueda ser posible.
Es muy sencillo, dentro de cierta perspectiva, hacer el trabajo de denunciador profesional de lo corrupto; es sencillo porque en realidad el trabajo no es ese, en realidad el trabajo que se hace como denunciador profesional de lo corrupto es el de seguir postergando eso que inevitablemente retornará, a saber, que más tarde o más temprano tendremos que defender con la vida aquellos privilegios que hoy creemos, de hecho, propios.
O no, quizá el estado de derecho sea algo que represente un límite para nuestra sociedad, quizá verdaderamente no saldremos nunca más a batallar en guerras declaradas para refundar una nueva legalidad; ¿pero los pibes, que como dice Alemán, se encuentran a solas con la pulsión de muerte, en las villas miserias tanto como en el living de las casas más acomodadas? ¿El sufrimiento infinito de los desposeídos de su lengua materna vía el colonialismo y el neocolonialismo? Estar a solas con la pulsión de muerte es no tener un nicho lingüístico propio, una raíz verbal desde donde enunciar lo insondable de la condición humana, la propia singularidad del sujeto. Es alguien que no puede decir me duele cuando le duele.
              Batalla campal mediante o no, ser un denunciador de lo corrupto hoy es trabajar para aquellos que nos extirpan el lenguaje, es ser cómplice del mecanismo autómata de algoritmos que sin freno succionan lo extraíble del sujeto al modo en que lo mostraba la famosa película Matrix. Le pido disculpas a Alconada Mon y a sus lectores, pero me sirvió para aclarar algunas ideas y saber, una vez más, que no estoy de ese lado del mapa.   

Entrevista Alconada Mon