Escucho la
frase “no se aguantaba más, había que decir basta”, para justificar el voto
otorgado a la derecha representada por Milei. Mi tesis es que no había nada a
lo cual decir basta. O, en otros términos, eso a lo que se le dice basta es a
la política, la primera condición para vivir en un régimen democrático. Decirle
basta a la política es reclamar por un amo que no respeta ninguna
institucionalidad, puro ejecutivo devenido en monarquía dictatorial.
¿Qué piensan
los indignados, que a ellos no les va a tocar padecer la suma del poder público
que este gobierno amenaza detentar?
El ajuste en
manos del peronismo podría haber sido menos doloroso de lo que será con Milei,
porque sería sobre todos los precios de la economía y no solamente sobre los
salarios. Es necesario un ajuste porque los precios están desordenados y como
consecuencia de ello tenemos una inflación incontrolable, porque todos los
precios quieren alcanzar a los otros precios. Este gobierno escogió que el
ajuste lo haga el mercado en función de la necesidad, el esquema es más o menos
el siguiente: siguen aumentando los precios, menos los salarios, hasta el
momento en que los asalariados ya no puedan comprar más que lo necesario para
subsistir. En ese punto hay un equilibrio de precios, un ordenamiento. Pero han
quedado muertos los asalariados, los pequeños comerciantes, muchas pymes,
quedan muchos muertos en el camino.
Espero que
en ese momento los que estaban hartos hayan comprendido que no tenían razones
para estar hartos (razones que no fueran filosóficas, porque al pesimismo de la
razón no hay con qué darle), y que, si cayeron en la pobreza en el proceso,
sepan que hubieron muchos/as antes, intentando advertirles.
Las personas
no votan mal, votan guiadas por su propio deseo y esto puede ser fatal para una
sociedad. Para que el deseo del sujeto no destruya a la sociedad en la que
habita es necesaria la organización partidaria y una fuerte politización de los
ámbitos comunes; la escuela, la universidad, el partido, el barrio, la unión
vecinal, etc.
El amo sabe muy bien que tal
organización conspira contra su estrategia de acumulación, por ello es que los
poderosos hace tiempo coparon los medios de comunicación, cada millonario se
compró un canal de televisión o se asoció con otro para tenerlo, se compró una
radio o varias, y cuál es el mensaje que se emite desde allí: la incorrección
que significa la política en los ámbitos comunes.
¿Por qué el
deseo puede producir una catástrofe social? Porque el deseo en el sujeto es una
máquina de movimiento constante, nada lo detiene y además nada le hace
obstáculo. Si bien el deseo se mueve en el marco que brinda el fantasma, es un
movimiento continuo, algo que no cesa. Va de un lugar a otro y esta movilidad
puede derrumbar las instituciones. Sin instituciones no hay sociedad y sin
sociedad no hay quien pueda curar del deseo al sujeto. Curar del deseo es un
modo de decir, referido a que alguien que pasó por un analista puede contar,
eventualmente, con alguna idea a cerca de su propio deseo, lo cual significará
un tipo de cura que proteja a las instituciones del puro desear del sujeto.
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