“No es el amor el que sostiene el vínculo. Es el vínculo el
que sostiene al amor”
Me interesó la frase porque me puso a pensar en su validez, inmediatamente
la acepté como válida pero en virtud de un intercambio de críticas con algunos amigos
me vi en la situación de argumentar esa validez.
El amor es dar lo que no se tiene a alguien que no es, es un
malentendido sin solución y por eso mismo se resuelve en un imaginario, que
construye aquel no-ser con los significantes del Otro, es decir suple ese no-ser
con un imaginario muy particular.
El amante lee en el otro lo que el Otro le significa, para
esto se vale de significantes que pertenecen a su campo de enunciación. Y ahí
la frase “Es el vínculo lo que sostiene al amor”. Voy a reemplazar vínculo por
lazo social. El lazo social es un Otro común en el que el sujeto está
inscripto; la familia, la religión, la escuela, la universidad, los grupos de
estudio de diversa índole, instituciones del arte, en fin, todo aquél
conglomerado de sujetos diversos que le asigna un nombre a cada sujeto (sujeto
difiere de individuo).
Debe existir un campo significante en el que el sujeto ha
obtenido un nombre para que pueda surgir, entre otras muchas cosas, el amor.
Respecto a la frase “obtener un nombre, ser nombrado”: Se
desarrolla aquí lo atinente a lo que en psicoanálisis se ha llamado la metáfora
paterna, que no tiene nada que ver con el padre, podríamos decir que se asocia
más a la idea de padrinazgo. Quien oficia de padre nombra al sujeto y le otorga
así un faro, que es un conjunto de significantes a partir del cual el sujeto
observará el mundo, el cosmos, las galaxias, los microorganismos, el todo. Sin
embargo hay una cláusula que debe funcionar para que este nombre ordene al
sujeto, esa cláusula es un cierto modo de relacionarse con la pérdida.
La pérdida es una función de estructura para el
psicoanálisis, por el hecho de hablar perdemos. ¿Qué perdemos? Perdemos algo.
Para que la ruleta de los significantes pueda girar (esto es la metonimia del
deseo que nos lleva de una cadena significante a otra sin parar) es necesario
que al menos un significante falte, para que los demás puedan moverse hacia ese
vacío intentando velar la falta. Pero inmediatamente un significante ocupa ese
lugar se evidencia nuevamente la falta, por eso la comparación con la ruleta
que gira y gira y nunca puede detenerse sino para volver a girar, cuando se ha
cobrado el premio.
El premio por la pérdida estructural es la inscripción del
sujeto en el campo del deseo. El sujeto que tiene una mala relación con la
pérdida es algo que vacila en su deseo. La psicosis se podría definir como la
constatación de un sujeto sin deseo.
Ya que el amor no es sin deseo y éste supone la
existencia de un campo de enunciación donde el sujeto tiene un nombre. Es claro
que es el lazo (vínculo en la frase citada al principio) lo que sostiene al
amor.